viernes, 26 de junio de 2009

FIESTAS DE SAN JUAN EN BADAJOZ


Si habéis pasado lista en estos días y os faltaba algún bloguero o bloguera sin actualizar o dejar su huella en vuestros blogs, tengo que decir que mi excusa y razón es la de las Fiestas de San Juan de Badajoz. Sí, estamos en fiestas y las comidas en la Feria con chupitos y bailes, proliferan por doquier: hay comidas de trabajo, de amigos, de asociaciones, de vecinos de la comunidad y de lo que se tercie, el caso es estar en la feria, llamada ahora "de día" porque se vive en el Casco Antiguo de Badajoz, donde uno puede ir de local en local en el mismo coche de San Fernando, con lo cual, se evita el alcoholímetro y la consabida multa, por no decir, naturalmente, un posible accidente al ir y venir donde están las casetas, en las afueras de Badajoz, así que la feria de día todo un exitazo de gente, atestiguo personalmente.

Me asomo, pues, a esta ventanita de mi blog para invitaros a que vengáis el año que viene a vivirla con nosotros, ya para este año es tarde, pues terminan el día 27, a no ser que os déis prisa y cojáis el caminito este fin de semana.

Me pondré al día enseguida y, mientras tanto, permitidme que deje un botón de muestra de lo bien que lo pasé con compañeros y amigos.

jueves, 18 de junio de 2009

SUEÑOS Y COMPLEMENTOS


Esta tarde iba en el autobús, mirando por la ventanilla, cuando una tienda me ha llamado la atención, no la tienda en sí, sino lo que decían los carteles luminosos que lucían en su puerta y escaparates: “SUEÑOS Y COMPLEMENTOS”, luego en letra algo más pequeña aclaraba: “Camas y colchones”.

Ya veis, por un momento he creído no sólo que los sueños podían comprarse sino que además podíamos ponerles complementos. Si el letrero de la tienda fuera literalmente cierto ¿cuál sería el perfil de la clientela de la misma? ¿en qué consistirían los complementos de los sueños? ¿venderían los sueños de uno en uno o en packs de varios? Y, sobre todo, ¿qué precio tendrían?...¿a qué huelen las nubes? (¡ah no! Que esto es de otro tema).

El caso es que, como aún me quedaba un rato para llegar a mi destino, mi cabeza se puso a elucubrar sobre el asunto, me ha gustado la idea de que hubiera tiendas de “sueños y complementos”, adonde podrían acudir aquellos que los perdieron un día, cuando ya les habían dado un nombre, una cara, incluso formas, colores y olores, o esos a los que se les quedaron enganchados entre el alambre de espino de la realidad; También podrían comprar sueños los que nunca los tuvieron o los que cumplieron los suyos y quieren seguir soñando. Llegué a la conclusión de que la clientela sería variada.

En cuanto a los complementos de los sueños, he pensado en unas cuantas cosas que, en mi opinión, le irían bien a cualquier sueño, a saber: almohadas de plumas, blancas y ligeras, de aves majestuosas, elegantes, casi etéreas, donde apoyar la cabeza suavemente para que los sueños puedan tomar posesión del alma en la que habitarán de ahora en adelante; también ayudan a acoger los sueños recién comprados unas blancas sábanas de hilo, recién planchadas y oliendo a ese suavizante con aroma de azahar. Pero en la tienda, seguro, habría muchas más cosas que llamarían la atención de los sueños hasta hacer que se quedaran con nosotros, los cazasueños, cajitas de música, ositos de peluche, etc...

Llegando a mi destino, he pensado lo incongruente de mis conjeturas, pero luego he sido benévola conmigo misma, porque en realidad, en esa tienda quizás no pueden vendernos sueños, pero sí que nos dan la llave para abrirles la puerta, seguirlos es cosa nuestra y, además, lo que sí nos venden son los complementos.

En cualquier caso, siempre podemos decir lo que Mario Benedetti: “Un sociólogo norteamericano dijo hace más de treinta años que la propaganda era una formidable vendedora de sueños, pero resulta que yo no quiero que me vendan sueños ajenos, si no sencillamente que se cumplan los míos”.

domingo, 14 de junio de 2009

QUEDA INAUGURADO EL VERANO


Hoy Badajoz ha sido un horno y aún en esta hora que escribo, de madrugada, por lo que estamos ya en domingo, si te asomas a la terraza, te abofetea un calor desagradable y pegajoso en plena cara. Con este panorama, he de reconocer que con buen criterio, mi hijo ha decidido que ya es tiempo de ir a la piscina, decisión unilateral suya con la que me ha dado la tabarra todo el día y que he conseguido aplazar hasta mañana, en un intento de ganar tiempo, porque yo todavía no estoy preparada ni mentalmente ni físicamente. ¡¡Y no es para menos!!.

Con horror, me he imaginado entrando en el club embutida en el traje de baño, sí, porque sería una osada descerebrada si el primer día de piscina usara el bikini, así sin más, sin anestesia ni nada; dejando el tema del peso, que casi está superado, aunque sea solamente por pudor social, es decir: ¡jolines! que aún no nos hemos quitado ese blanco nuclear que hiere los ojos.

He pasado un mal rato solamente pensando que mañana, con ese puntual y emotivo acto de destape, casi impúdico, de los colores invernales, pura y casta piel nívea, dejando al descubierto el fruto de los desmanes del invierno, temerosa de exponerlos a los ojos de todos, quedará inaugurada la temporada veraniega.

Entonces, han venido a mi mente otros “primeros días de piscina” de años pasados, he rememorado llegadas al recinto con una actitud discreta, más que discreta, intentando pasar desapercibida, cruzando el pasillo de tumbonas donde tendidos los cuerpos, bronceados, los socios te escrutan con su mirada, paso saludando a los conocidos y parándome a hablar con ellos como si nada, disimulando mi contrariedad e intentando tapar lo que el pareo deja al descubierto, haciendo filigranas con el maxi bolso por la derecha y la toalla, estratégicamente colocada, cubriendo el flanco izquierdo.

Mentalmente me doy ánimos, pero sé lo que me encontraré, hay socios que llegan los primeros, ¡porque hay que ver lo que madrugan los jodíos! para ponerse al principio de la piscina, por donde inexorablemente tenemos que pasar todos los que venimos después. Allí, como jueces mudos, observando la pasarela improvisada, te miran de arriba a abajo evaluándote, los que juegan al paddle, o al tenis, o al golf y también todos los que antes de que llegue el verano se preocupan en tomar rayos uva, iva, ovo y lo que se tercie.

En un abrir y cerrar de ojos radiografían todo, desde el cuerpo que luzco hasta el color del traje de baño, si es que son capaces de descubrirlo bajo el pareo, el maxibolso y la toalla, parapetos tras los cuales me escondo, ¿por qué? Porque el único deporte que practico es el mus, y con ese no cojo nada de color, si acaso una 31 con pares, que no está nada mal, pero de bronceado nada de nada. Porque no tomo rayos uva ni iva ni ovo, ¡si ni siquiera he tomado nunca el Ave! Y porque me parece de muy mal gusto interesarse por la salud de la familia con el ombligo al aire o afirmar que “están bien gracias a Dios”, enseñando medio glúteo a cada lado.

Me cabe la esperanza de que, si dejo a un lado esa manía tonta de que el domingo hay que aprovecharlo para dormir porque no se trabaja, y madrugamos para llegar los primeros a la piscina del club y coger sitio de preferencia en la pasarela, me ahorro el mal trago y puedo cotillear toda la mañana en sitio privilegiado.


martes, 9 de junio de 2009

EUROPA QUEDA LEJOS


Si nos fijamos en la abstención de estas elecciones europeas, cabría pensar que para muchos ciudadanos europeos, Europa queda lejos, tan lejos como para no querer participar en su futuro o, al menos, en este presente que se nos muestra bastante criticable, o, tal vez, que Europa es una idea
abstracta, carente de una entidad suficientemente fuerte y estable como para tomarla en serio. Qué pensará ese casi 57 % que decidió no ir a votar, no participar y dejar plantada a la vieja dama.

Lo más probable es que el silencio de los abstencionistas sea el grito de protesta, de castigo y reproche que se les hace a los gobiernos respectivos por la gestión de la crisis en la que estamos sumidos, pero hoy por hoy la abstención por sí sola no dice nada, su significado es variable según quien la interprete, aunque eso ya habrá analistas políticos que lo describan mejor que yo.

Y porque Europa no está lejos, porque nos tenemos que mentalizar que Europa está aquí mismo, tanto que nosotros pertenecemos y somos parte de ella, es por lo que me parece insensato no ayudar a construir su futuro, incluso aunque su presente no nos guste, o precisamente porque no nos gusta, para poder expresarlo. Pero es una insensatez que comprendo, por lo siguiente:

¿De quién es la culpa de que los ciudadanos europeos no nos impliquemos con el proyecto de una Europa fuerte y unida? ¿De los políticos, que hasta ahora no han sabido dar una imagen de cohesión y proyecto común, algo ilusionante que mueva a un español, a un francés o a un italiano por igual para saberse reflejados y representados en las decisiones que se tomen en Europa?.

Claro que no es de extrañar que muchos “pasen” de ir a votar a representantes para un Parlamento que, en realidad, tiene pocas competencias de altura, porque la que “pincha y corta” de verdad es La Comisión, o lo que viene a ser lo mismo, el Ejecutivo.

Esa Europa híbrida, que cuenta con unas Instituciones cuyas competencias se solapan unas con otras de tal manera, en una red de “codecisiones” poderes y responsabilidades, que hacen del famoso triángulo formado por el Parlamento, el Consejo y la Comisión, casi un reflejo de otro famoso triángulo, el de las Bermudas, consigue confundir a cualquiera en esa maraña, y debería ser acercada de una manera sencilla a los ciudadanos por sus representantes, que están para eso también.

Pero los hay que sí han acudido a votar, que quieren y confían en una Europa conservadora (¿o quizás en un gobierno para su país, conservador?) para reconducir y mejorar la situación económica; No creen en los socialistas, no les convencen ya sus soluciones; los conservadores del Partido Popular Europeo (PPE) han asentado su hegemonía en el Europarlamento, con 263 escaños de un total de 736, muy por delante de los socialistas, con 161 escaños, en unos comicios celebrados en los 27 países de la Unión Europea (UE), aunque todavía no son definitivos los resultados.

Lo de España, el PP y Rajoy y la victoria de Mayor Oreja merece una entrada aparte que ya traeré aquí.

viernes, 5 de junio de 2009

EL SECRETO: GENEROSIDAD


Quizás porque no estamos acostumbrados, quizás porque lo hemos leído en los cuentos y nos parece que forma parte de la ficción o porque se han ido borrando poco a poco de nuestro vocabulario palabras como: generosidad, desinterés, ayuda; no nos hemos creído del todo la historia que esta noche ha emitido Antena 3 televisión porque hablaba de entrega a los demás, voluntariamente y sin pedir nada a cambio, y eso, lamentablemente, no es nada frecuente. Pero era verdad, durante el tiempo que dura el programa, se hablará de generosidad, ayuda, desinterés,

Se trata del programa “El secreto” que se ha estrenado esta noche y en el cual, un arquitecto de éxito llamado Joaquín Torres, despojado de todos los lujos que su vida como empresario de éxito le ha proporcionado, se adentra a vivir una experiencia que ni él ni muchos olvidarán por mucho tiempo. Se mezclará durante una semana con personas que dan su vida por y para los demás sin esperar nada a cambio, él mismo se convierte en voluntario y ayuda en lo que le dicen, guardando su gran secreto, algo que le quema por dentro cuando compara ese modo de vida con sus penurias y escaseces con el suyo.

"Durante su participación en el programa convive en La Coruña con ex toxicómanos, personas con problemas económicos y con un colectivo de voluntarios que se dedica ayudan a personas con problemas de movilidad a salir de su casa y moverse por la calle".

Cree ver a su hermano fallecido por la droga reflejado en Juan, un ex-drogadicto que da lo que tiene: su tiempo, su cariño, su presencia constante, para ayudar a chicos con el VIH o SIDA. Sorprende y emociona la ternura y el afecto, la infinita dulzura con las que Juan habla, cuida y casi mima a los chicos enfermos, limpiándoles la nariz, ofreciéndoles su mano para caminar, etc.

Según palabras de Joaquin Torres: “Lo que más me trastoca no es la pobreza ni los dramas humanos que hay detrás de cada persona, lo que más me deja aluciando es que, por primera vez, me he encontrado con seres humanos que dedican su vida a los demás. Hay uno de los voluntarios que vive con sus padres y acoge a gente de la calle, ha formado 9 o 10 casas de acogida y que da todo su patrimonio, toda su vida, a los demás.”

Después de su convivencia con las casas de acogida, cuidando a los enfermos, compartiendo con los pobres su vida, acompañando a una ambulancia para recoger ancianos que saldrán a pasear gracias a eso, Joaquín ha desvelado su secreto y generosamente ha entregado donaciones a todas y cada una de las Asociaciones donde ha estado esta semana.

En ese momento la emoción ha aflorado a los ojos y mi corazón se ha ido encogiendo a medida que iban saliendo todas las personas anónimas que han puesto al servicio de los demás: su tiempo, su esfuerzo, incluso su dinero, porque en ese momento ha sido la entrega de las donaciones que Joaquín ha hecho.

Sinceramente, pienso que programas así, donde se promueve la generosidad, se apoya la solidaridad con el prójimo y se dan a conocer a todos esos héroes anónimos que hacen más fácil la vida de los enfermos de SIDA, drogadictos, ancianos y personas sin recursos económicos, son los que le dan un valor distinto a la televisión, a esta televisión que tenemos, en la que la mayor parte de las veces no tiene cabida otra cosa que no sea violencia, sexo, cotilleos o realitys.

Esta noche me siento reconciliada con la televisión y con el mundo, existen almas generosas como las de los voluntarios y como la de Joaquin Torres que no ha dudado en compartir algo más que su tiempo, su dinero, exactamente más de medio millón de euros entre las distintas asociaciones y con nosotros, con todos los telespectadores que lo hemos visto con lágrimas en los ojos (aunque se me tache de blandengue) su secreto: la generosidad.

jueves, 4 de junio de 2009

EN OTRAS COSAS


Con la que está cayendo y con unas Elecciones a tres días vista, aún no me explico cómo puedo estar en “otras cosas”, pero confieso que cada vez más las campañas políticas me parecen unos calcos unas de otras; cada candidato, en el momento de enfrentarse al oponente, no lleva otras cosas en su cartera que no sean trapos sucios, mala baba, y una intención aviesa de reptar serpenteando para eludir hablar de los temas candentes, de lo que importa y queremos saber los ciudadanos.

Por eso, harta de oír loas al “trabajo bien hecho, olvidando las meteduras de pata” o “críticas a todo lo hecho y a lo no hecho” que todos conocemos, he decidido pensar en mis vacaciones, no soy la única, eso ya lo sé, todos queremos acercar ese lugar donde nos relajamos y olvidamos los problemas, el móvil, etc... acercarlo hasta el mismo asiento de al lado de nuestra oficina, e instalarlo allí mismo, todo un palmeral rodeándonos, o la playa, o una cima de una montaña, o el pueblo de los abuelos, en resumen, todo lo que nos evoque momentos felizmente vacíos, en blanco, todo lo más dejar sitio en la cabeza a la historia de la novela que tenemos previsto leer en vacaciones.

Como no es suficiente con pensar en ello, he decidido también ir a comprar el atrezzo, es decir, un bikini nuevo, zapatillas, protector solar. Todo bien hasta ahí, parece fácil ¿verdad?, pues no lo es en absoluto, porque desde mi última dieta (la que hice durante dos semanas, más o menos, y luego dejé pero aprovechando que había adelgazado 4 kilos me tiré al barro comiendo mal, a deshora y de todo lo que no había podido comer mientras hacía el régimen.) aunque suene raro, habían cambiado el tallaje de todas las prendas de mi tienda favorita. ¿Complot? Vaya usted a saber, el caso es que por primera vez, confieso, yo deseé ser Barbie, esa muñeca que tiene menos carne que un litro de vino, la misma que, paradójicamente a mi me cae gordísima, y ¿por qué quería yo ser Barbie? más que nada por llevarme la prenda que me gustaba a mi y no la que el vendedor se empeñaba en venderme y que le gustaría a él, o a lo mejor, con buen criterio, pensaba que era la que me estaría bien de talla.

Ahora he cambiado de opinión, ya no quiero ser la Barbie delgadita, ¡tan mona...que era! Porque la imagen de la muñeca ha sufrido los cambios propios de cualquiera que tenga más o menos su edad, con lo mal que me caía, reconozco que se ha humanizado, solidarizándose con las mujeres y sus problemas cara al verano. Ahora, así, con su nueva imagen, me gusta más, porque veo que es una imagen cercana, que casi puedo tocar con la palma de la mano, por otro lado, fácil de imitar y seguir, pero no creo que lo haga, me sigue cayendo gorda, ahora con más razón.

¿Cómo se llamará? ¿Barbie Gorda? ¿Fat woman Barbie? ¿Barbie Greasy?

lunes, 1 de junio de 2009

LLAMAMIENTO AL GOBIERNO CUBANO Y AL MUNDO




Pedimos a todas las personas e instituciones defensoras de los derechos civiles en el mundo que contribuyan, y llamamos al gobierno cubano a:

-Liberar a los presos políticos en Cuba
-Levantar las prohibiciones que impiden a los cubanos entrar (a) y salir de su país
-Levantar las prohibiciones de acceso a Internet para los cubanos.